DON BOSCO

DON BOSCO
"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

EL LEGADO DE MICHAEL NOVAK



Carlos Hoevel
LA NACION, 09 DE MARZO DE 2017


Con la muerte de Michael Novak (1933-2017), se va una figura clave de un período de la historia de la Iglesia marcado por el intento de conciliación con el capitalismo. Fue seminarista, teólogo, corresponsal en el Concilio Vaticano II, profesor, embajador, escritor y asesor de dos papas. Novak fue considerado durante décadas, tanto por amigos como por adversarios, el principal defensor del capitalismo desde el punto de vista religioso y católico. En su obra más conocida, El espíritu del capitalismo democrático, escribió: "El capitalismo democrático no es el Reino de Dios ni sin pecado. Sin embargo, todos los otros sistemas conocidos de economía política son peores. La esperanza que tenemos de aliviar la pobreza y de eliminar la tiranía opresiva -quizá nuestra última y mejor esperanza- radica en este sistema tan despreciado".

Novak creía que el problema del capitalismo no está en su estructura intrínseca, como afirma el marxismo, sino en instituciones políticas y un marco cultural y moral inadecuados. Por eso no hablaba nunca de "capitalismo" a secas, sino de "capitalismo democrático", entendido como un sistema formado por "tres sistemas dinámicos y convergentes que funcionan como uno solo: una política democrática, una economía basada en los mercados y los incentivos, y un sistema moral-cultural pluralista y, en un sentido amplio, liberal". Novak consideraba que el modelo de capitalismo democrático era el de los Estados Unidos.


Para defender la compatibilidad entre el capitalismo democrático y el cristianismo desarrolló una teología económica en la que postuló la dimensión cocreadora del trabajo y de la actividad empresarial (muy influyente en la encíclica Laborem excercens de Juan Pablo II) y el carácter moral e incluso comunitario de la economía de mercado. Sus libros, de estilo atractivo, fueron distribuidos ilegalmente en la Polonia comunista e influyeron en personalidades como Václav Havel o Margaret Thatcher. Su vínculo con América latina y la Argentina fue constante, siendo un duro crítico de la teología de la liberación, el capitalismo de amigos y el populismo. Pero su logro principal fue influir en la enseñanza social de la Iglesia en la cual palabras como "capitalismo," "empresa" y "mercado" habían sido siempre más objeto de críticas que de elogios.

Existe, sin embargo, una gran diferencia entre Novak y los papas Wojtyla y Ratzinger sobre los que influyó. Aunque para estos últimos la Iglesia debe reconocer los logros positivos del capitalismo, tiene sobre todo la función de alentar formas institucionales y culturales que corrijan sus graves defectos. Novak, en cambio, parecía más bien enfocado en mostrar que el capitalismo "democrático" -identificado con el capitalismo norteamericano- debe ser defendido de un cristianismo socializante hostil a su esencia. Esta postura de Novak fue objeto de duras críticas. Quizá quien mejor las sintetizó fue Arthur Jones, columnista del National Catholic Reporter, que escribió: "Michael Novak predica las virtudes del capitalismo a los cristianos. El avance vendrá sólo cuando él predique al mismo tiempo las virtudes cristianas a sus partidarios capitalistas".


Novak fue probablemente el representante más importante del catolicismo liberal de las últimas décadas. Cabe preguntarse cuál será el legado final de su influencia luego de la nueva etapa de las relaciones entre la Iglesia y el capitalismo que parece haber abierto el papa Francisco.

Profesor de Historia de las Ideas Económicas y Políticas de la UCA